Imposible no querer verte y sentir de nuevo la esencia de tu piel. Perderme en el embrujo de tu voz,entre tus manos. Perderme en la calidez de tu cuerpo. Carmen Emilia Guerra.
En la muda soledad de la selva llevo en la mano mi flauta. Toco con notas de felicidad mi pensamiento vuela hasta tocar con el tuyo sigo la huella del colibrí. Hermoso...Recordar lo vivido. Carmen Emilia Guerra.
Todo el tiempo el León permanece digno y tranquilo,como cabe esperar de un monarca,nada le gusta más como arrellanarse cómodamente y dejar pasar el tiempo,amodorrado,entornados los ojos para mirar,meditabundo,lo que ocurre en torno suyo.